La diferencia entre debatir como un ciudadano del siglo XXI, y ser un grano en el culo

Este es uno de esos artículos que quiero que te los imprimas y te los lleves para la próxima vez que asistas a una simulación de la ONU en tu colegio.

Es más, eso no es suficiente. Todo lo que vas a leer, es para que lo imprimas y se los repartas a todos los integrantes de tu familia, y lo tengan en cuenta cada vez que van a discutir un tema en la cena familiar.

Y si no te parece suficiente, quiero que lo imprimas y se lo des a tu novia así lo tiene presente ante de hacerte algún planteo estúpido que se soluciona con cambiarle de tema. ¿Sos mujer? Entonces quiero que imprimas muchas cantidades de este post, en lo posible que sean 100 impresiones. Las abollas todas, haces una gran bola de papel y la prendes fuego, para después tirársela a tu novio y así se muere. Esos hijos de puta nunca aprenden.

Siendo de una u otra forma… quiero ayudarte.

La última vez que tuve una discusión de esas que dan motivo para que Zeus tire un rayo desde el Olimpo, fue porque uno de mis mejores amigos no entendió la idea de que no me gusta discutir en temas que yo no quiero que se discuta en el blog.

Entonces reflexione y medite. Fue necesario que desempolve mi música instrumental barroca para entrar en estado conmigo mismo, y darme cuenta de algunas cosas.

¿A qué conclusión llegue? La gente no entiende que quiere decir el “no”.

Cuando vos decís “No” o afirmas que no queres que te rompan las pelotas, no parece quedar del todo claro que tu actitud de “no me rompa las pelotas”, tiene una gran extensión del cual vos no tenes problema de abarcar.

Es decir, que si vos no queres discutir algo… simplemente exprésalo tal cual. El problema es que hay quienes quieren seguir la discusión. Hasta lo note en uno de mis familiares que en ese momento no entendió que el tipo que andaba en la moto, ya no quería discutir más.

Entonces es ahí cuando el “debatista”, deja de ser un tipo fomentador del debate productivo para convertirse en un rompe pelota que no se da cuenta que ya está quedando mal visto, y que los que están a su alrededor quieren que se calle.

Tal vez… vos podes ser esa clase de personas rompe pelotas a los que yo llamaría “granos en el culo”. Esa clase de gente que ya no ves la hora de que alguien les ponga un bozal así dejan de joder.

¿Qué tal si te digo cual me parece la forma más correcta para debatir, y a su vez te digo como tenes que tratar a los granos que te salen del culo? O mejor dicho, como tratar con tipos que te quieren discutir, y que vos no queres hablar más.

Yo he discutido a raja tabla.

Cuando vos estabas haciendo tarea del colegio, yo entraba a internet y me quejaba de alguna publicación estúpida para dar lugar a una pelea entre cruces de palabras como lo podía hacer un Troll. Desde que tengo uso de razón, mis 3 grandes hábitos fueron:

1-Aconsejar

2-Masturbarme

3-Discutir

De ahí aprendí que no se puede discutir con cualquiera. Hasta discutir y debatir son sinónimos del cual suena más lindo cuando hablamos de “debatir”, porque “discutir” me hace pensar que se hace con cierta tonalidad negativa e imagino a una mujer ya con las tetas por el piso revoleando zapatos y sartenes.

Cuando vos debatís con alguien, tenes que tener en cuenta que no podes hacer un intercambio inteligente de ideologías o formas de ver la vida con cualquier persona. Esa es una de las realidades más presentes que tenes que tener a la hora de plantear una idea que esta por ser contra-argumentada.

La pregunta es: ¿Por qué?

Por el simple hecho de que no todas las personas son de mente abierta. Me chupa soberanamente un huevo aquel que te haya dicho que acepta las opiniones de cualquiera. La realidad es que uno no acepta las opiniones de cualquiera cuando son críticas negativas con mucho grado de insultos y que, a su vez, uno lucha contra la crítica resistiéndola en lugar de aceptarla tal cual duramente viene.

Y no lo digo por mí de haberlo hecho alguna vez, pero solamente basta que veas a una persona como se defiende ante las críticas con contra-argumentos ante cada acusación o comentario que proviene de una persona que piense distinto.

Si vos te consideras una persona que acepta las opiniones refugiándote en que tenes la “mente abierta” y que escuchas a los demás… no te quejes cuando te insulten, ni tampoco te defiendas. Recibí las balas mostrando el pecho.

Ante temas así, hay que tener en cuenta que la política y la religión son temas que hacen saltar la chispa a cualquiera. Yo ya no debato políticamente ningún tema con alguien que piense distinto cuando desde el primer momento, no me deja terminar de expresar algo y ya me quiere interrumpir con algún argumento. Lo mismo con la religión ante alguien que se olvida preguntar para entender a qué voy.

¿Sabes cuál me parece la mejor posición que vos podes adoptar cuando escuchas/lees a alguien?

¿Sabes cuál me parece la mejor reacción que vos podes hacer cuando escuchas/lees a alguien?

¿Sabes cuál me parece la actitud más inteligente que va hacer que todo lo que vos debata te lleve a buen puerto?

Preguntar.

Es tan simple como eso. No acuses. No des firmeza algo que vos entendes de la otra persona. Simplemente pregunta.

¿Por qué te digo que preguntes? Por qué vos no estás en la piel de la otra persona para entender la totalidad de lo que él te quiere decir. Es decir que a vos jamás te va a quedar totalmente claro el mensaje que te da el otro sujeto hablante, por el simple hecho de que vos no tenes la experiencia de la otra persona que te está compartiendo la información.

Así que no des por sentado hacia dónde quiere llegar si en ningún momento hiciste preguntas.

Ahh… y no seas sucio con esto. Cuando yo te digo que preguntes, no vale hacer preguntas retoricas, capciosas o que busquen persuadir a la otra persona para dejarla mal parada. Una cosa es debatir con la idea de poder aprender algo nuevo de la otra persona, y otra cosa muy sucia es lo que hace todo el resto de la población que busca validar lo que piensa cada uno con el fin de satisfacer el ego personal. Esto último es lo que estoy seguro que más de uno hace sin darse cuenta que al final, realmente no aprendió un carajo y que todo se resumió a una pelea de egos.

Podes hacer algún comentarillo a un argumento para dejar más claro la idea. Podes hacer un aporte dando ejemplos que te da la otra persona para que el otro te re afirme y así poder comprender de que precisamente te está hablando la otra persona y hacia dónde quiere llegar. Acá importa mucho el sentido común que yo creo que vos tenes cuando digo que evites la confrontación directa.

A su vez, tampoco contra-argumentes. Eso de que alguien te diga su idea y que vos compartas la tuya con el fin de poder demostrar quien tiene mejor idea, es de pendejo de 15 años. Eso lo veo hasta en mayores que todavía no entienden que lo único que hacen es quejarse, no dar una idea. Una cosa es que lo hagas en un debate político dentro de la cámara de Senadores, y otra cosa muy distinta es cuando discutís con un amigo o con tus familiares.

El simple hecho de hacer preguntas va a dejarte en claro cuál es la intencionalidad de la otra persona cuando dice lo que expresa, como arma su argumento y por qué tiene ese tipo de opinión. Así te va a desvelar mucho más la identidad de la persona con la que estas debatiendo y cuál es su propósito en el discurso que confecciona.

Como también preguntas, es bueno que pidas sugerencias y consejos de tu opositor y sigas preguntando por que dice lo que dice.

Y es ahí que cuando acumulaste toda la información que te dio la otra persona, podes plantear tu idea, que pensas al respecto y darle forma a tu argumento. Así vas a tener mejores herramientas de que decir y como. La otra persona no te va a poder desvelar ninguna información nueva de la cual vos no te puedas defender. Vas a comprender mejor la idea del que piensa distinto, que hasta podes adornar tu argumento con palabras del otro sujeto para hacerle entender mejor hacia donde queres llevar con tu discurso.

Practícalo. Primero escucha tanto y sácate todas las dudas para poder armar un argumento enriquecido de información y que pueda adecuarse justamente al tema a tratar sin irse por las ramas, y también pueda generar una nueva forma de ver las cosas. La importancia del debate es que tu punto de vista pueda alternarse con otro punto de vista, y a su vez puedas tener nueva información que se adecue a un mejor bienestar. Demás está decir que no busques tener razón, sino escuchar. No hay nada que ponga más cómodo a una persona en un debate que lo único que hace es escucharte y preguntar, y no contra argumentar que lo único que hace evidente es que la otra persona busca tirarte abajo, y vos ni si quiera terminaste de hablar o que parece que la otra persona ya te entiende a la perfección.

Ese es el problema cuando contra argumentas el discurso de la otra persona. Vos podes dar por entendido lo que te dice, cuando dejas de lado que la otra persona tiene 5000 ideas en la cabeza y que el mensaje vos lo interpretas de una forma, que no podes dar por seguro si lo interpretaste de la forma puntual que lo quiso elaborar la otra persona. Todo ser humano entiende las cosas… a su manera.

No importa si te lo dicen personalmente o lo lees en una carta de hace 10 días. Hay muchas cosas que vos desconoces por parte del destinatario y contra argumentar es una muy mala estrategia. Por eso primero te aconsejo que preguntes tanto, a tal punto que ya entiendas la idea de la otra persona y sientas la “empatía” de poder comprender por qué expresa lo que dice, o porque tiene esa ideología. Cuando ya estés en el lugar de la persona (y eso te va a tomar mucho tiempo si te guías por tus pensamientos, en vez de escuchar a la persona al 100%) ya vas a poder hacer frente a su argumento por tener la postura que tiene. Tenes que ser lo suficientemente humilde con vos mismo para dejar de lado tus ideas, poner la mente en “blanco” y escuchar a la otra persona.

Debatir tiene su relación con el “ego” y como uno también uno lo autosatisface al discutir y tratar de tener razón para dejarlo contento.

Por último, ¿Qué hacer con alguien que se convirtió en un grano del culo y te quiere discutir cosas que vos no queres debatir? Simplemente deci: “Cállate”

Y si el cállate no funciona, por que suponemos que la discusión personal no deja de incendiar y no te animas a ser tan frontal, podes recurrir a otra forma honesta y humilde de decir las cosas.

¿Cuál? Deci: “Honestamente no tengo ganas de seguir discutiendo”

¿La discusión sigue? Pregunta: “¿En algún momento vas a dejar de discutir?”

¿La otra persona no entendió el mensaje? Entonces simplemente boludeala. O mándala a cagar. Ya llega un momento en que te sobran motivos que hasta podes enseñarle a la otra persona que está quedando mal, y que lo mejor que puede hacer en ese momento, es callarse.

Cuando logres a través de la práctica, poder desarrollar la actitud de no debatir porque simplemente no te importa y permanezcas inmutable frente a alguien que te quiere debatir o ponerte de mal humor, vas a llegar a una sensación en la que vas a decir: “Me chupa un huevo la opinión de los demás”.

¿Sabes cuál es el problema? Que no hay dictadores

Sí. Ese es el problema. Vos no sos un dictador en tu vida, detrás de las cortinas cuando estas con vos mismo y trazando un plan de cómo vas a gobernar tu vida. Sos más bien un democrático de esos que considera múltiples posibilidades de que hacer pero que, no haces ninguna.

Y creo que no pierdo mucho al decir que dentro tuyo hay toda una organización de vocecitas que hablan y hablan, pero que ninguna tiene el cinturón bien puesto para tomar una decisión de que vas hacer.

Tengo la certeza que ese es un problema que padecen todos los niños y niñas. Van por la vida aprendiendo que tienen múltiples opciones para elegir, pero que nadie les enseña a tomar la iniciativa de elegir una posibilidad a pesar de que haya que romper un par de huevos, quebrantar unas reglas morales y ensuciarse las manos para cumplir una causa.

Hasta que se aparece la experiencia. Esa que te lleva a chocarte contra la pared y te habla para que entiendas que las cosas no son como te la enseño papa y mama. Como también te enseña, perjudica.

¿Cuántas veces pediste una opinión, y te diste cuenta que fue un error hacerle caso? Sé que muchas veces. Para mí la mejor opción es creer en algo, tener información que avalan tu forma de pensar, y comprobar que tan cierto es lo que decís una millonada de veces. Decir millonada quiere decir que compruebes que tan dura es la pared para que te asegures de cómo son las cosas, y cuáles son las reglas de la sociedad para tratar con personas como vos.

Entonces el tipo promedio se maneja con las reglas que da la sociedad. O más bien con las enseñanzas que le dio algún señorito de por ahí, y así se empieza a establecer tu “biblia” que sigue paso por paso las enseñanzas de un fulanito de tal.

Al igual que el viejo y nuevo testamento, está escrito por un conjunto de metáforas que vos no entendes, y esto lo vuelvo a repetir para que quede claro. La biblia, es un libro que está constituido por un conjunto de metáforas que vos no entendes.

¿Queres saber por qué no queda del todo claro cuando Dios (o Jesús, alguna entidad que quieran hacer concreta) dice que ames a tu prójimo, sabiendo que son más las personas que vos puteas, a las que vos amas? Por una sencilla razón: es una metáfora.

Si vos tuvieras que guiar tu vida a través de un libro que sirve más para sostener el pie de una mesa, que usarlo como material educativo para niños de 8 años, debería saber que si estás leyendo esto que estoy escribiendo, es porque ya sos lo suficientemente grande para tomar tus propias decisiones y guiarte a través de tus reglas.

Yo no te dije que es una metáfora… ¿queres saber qué es? Para así empieces a entender un poco las interpretaciones que podes hacer cuando te comes unas palabras de un texto.

Una metáfora es aquello que nos permite decir algo por una vía de sustitución, a la que se desvía de nombrar literalmente las cosas. De esta forma, la metáfora tiene distintas funciones (estética, lingüística, argumentativa, cognitiva, etc.. )

De esta forma, la metáfora es utilizada en la poesía para dar la impresión de un lenguaje elevado y bello, o en discursos que buscan persuadir a la masa social, por dar algunos ejemplos.

Por lo tanto, en una expresión metafórica, la palabra que ha sido “trasladada” sustituye a otra y para que esta sustitución sea posible, es necesario que entre los 2 elementos haya algún tipo de similitud. Es decir que en una oración, está el significado “literal”, que es aquel que vos estas entendiendo tal cual lo dicen como un diccionario de la real academia española, y el significado “figurado” que es aquel que surge del uso metafórico.

Y ahora viene la parte importante que genera confusión cuando vos entendes lo que vos queres entender, y no cuando tenes que entender lo que realmente te está diciendo una persona.

La metáfora no es solamente una herramienta a tu disposición para hacerle creer a los demás que vos hablas muy bien, sino que también es un fenómeno cognitivo, ya que pensar la metáfora como un significado “figurado”, demuestra que hay un procedimiento cultural que hace que tu cabeza trate de entender lo que te están diciendo, de acuerdo a como vos entendes las cosas gracias a tu experiencia de vida en sociedad.

Tal es así, que la metáfora son elaboradas culturalmente y que ellas permiten acceder al sistema de valores de la sociedad que las gesta y utiliza, ya que no existen semejanzas dadas entre cosas, sino que la semejanza es construida por la metáfora.

Para no hacerlo tan extenso, cuando vos usas una metáfora, sustituís un término por otro, y la otra persona va a hacer una interpretación de lo que vos estas diciendo en base a cómo ese sujeto percibe el mundo. Todo aquello que vos no quieras expresar directamente o que es abstracto, amplio, intangible, podes utilizar una metáfora.

El mayor problema de la metáfora, esta cuando vos ves la vida de una forma, y la otra persona lo ve de una forma totalmente distinta que hace que el otro no te entienda.

Entonces, yo estoy seguro que vos leíste “dictadores” en el título y una de las primeras cosas que se te vino a la mente era una imagen negativa de algún opresor reconocido mundialmente, y que debo tener una ideología fascista.

Con este tipo de cuestiones, hay problemas en todos los textos por las personas que primero se empiezan hacer ideas antes de sumergirse en la lectura y ver hacia donde está dirigiéndose el autor en su escrito. Estoy seguro que muchos lectores que toman un texto y leen, se dejan llevar primero por su prejuicio y su idea antes de que la curiosidad los invada para leer más.

¿A qué voy con todo esto? Que últimamente estoy escribiendo muchas cosas con un gran contenido de metáforas pero tengo esa sensación de que tal vez, haya algunas personas que no logran entender como yo pretendo que entiendan lo que digo, debido a que no liberan la mente de prejuicios y de falsas ideas para dejarla vacía, y que me dejen a mi llenarles el contenido del espacio que ustedes me deberían dar en su cabeza.

Como un científico que ve las cosas desde un lugar, pero que no toma un microscopio para rotar, ni acerca ni alejar la vista, dejando de lado todos los aspectos más importantes.

Así sucede con la biblia o cualquier filosofía que quieras entender. Nadie te dice que lo estás entendiendo a tu manera, y que “tu manera” de verlo es una cagada por la sencilla razón de que nadie te explica ni te ponen en práctica para que entiendas algo a través de la experiencia.

Veo mucha gente que interpreta el mundo a través de una sola experiencia que realizaron en sus vidas, y que se conforman con eso. Ahí está la falla. Ese es el error.

Si pusieras en práctica todo lo que vos crees tantas veces y de distinta forma, como también te nutrieras de información nueva para aplicar en diferentes perspectivas lo que vos sabes, estarías desbordando de experiencia y sabiduría dignas para aplicar en tu vida y satisfacerte más rápido.

¿Te acordas que te dije que vos no sos un dictador en tu vida? Es justamente porque no te atreves a tomar al toro por los cuernos para darte cuenta como son las cosas sin poner en peligro tu ego.

Todos están escuchando opiniones pero ninguno es capaz de atreverse a afrontar las cosas tal cual crudamente son, sino más bien caminar en puntitas de pie, y no pisar fuerte.

Antes de tomar una decisión, dentro de tu cabeza se da una conferencia de la ONU a último momento para debatir lo que vas hacer en los próximos 5 minutos para evitar que tu ego salga herido. Ah… y tu ego sale herido cuando cometes una equivocación a la que después tu cabeza dice: “Soy un boludo”

¿Qué pienso yo? Que para mí eso está muy bien. Cuando vos te das cuenta que sos un boludo por lo que acabaste de hacer, es ahí cuando tu cabeza empieza aprender que es lo que no tiene que hacer. Cuando vos no tomas decisiones por esa sobre-dosis de pensar y pensar, evitas que tu ego sea machacado a golpes… y eso no sirve.

No sirve. En serio te lo digo. A vos no te sirve de nada mantener una imagen de cómo crees que sos basada en la satisfacción que le haces a tu ego, y no atreverte a comprobar si lo que vos crees como es la vida, es en realidad cierto o no. Evitando confrontaciones o tratar de esquivar “malas sensaciones” no te va hacer mejor persona.

¿Queres saber qué es lo que te hace mejor persona? Ser un dictador anárquico de tu propia vida. Hacer las cosas a tu manera tras todo lo que aprendiste gracias a tu experiencia. Ser lo suficientemente humilde con vos mismo para darte cuenta en que te equivocaste, haciendo tu mente flexible para cambiar de creencia y solamente conservar esos valores que vos comprobas al 100% de que son ciertos gracias a la experiencia real de la vida.

Cagarte en la opinión de los demás cuando vos estas completamente seguro de que lo que vos crees, es cierto gracias a todas esas veces que vos comprobaste para corroborar tu manera de pensar de distintas formas, siendo libre sin restricciones y no guiarte a través de algún límite impuesto por “miedo”. Recurriendo al tío Popper en su metodología falsacionista, a tu sistema de valores y creencias los tenes que bombardear a cada rato para saber si son ciertas o en qué aspectos no lo son.

Tener experiencia en la vida es clave. Así se va forjando la confianza en vos mismo tras todos esos recuerdos que tenes en la cabeza que te demuestran cuando tenías razón y cuando fuiste lo suficientemente flexible para reconocer que te equivocaste y en qué cosas había que cambiar. Pero para hacer todo esto, tenes que estar dispuesto aprender gracias a toda la acción que vas a llevar cabo y que da como resultado las experiencias que te permiten a vos a quien tenes que escuchar cuando opina, y a quien no.

Yo soy de los que creen que no hay mejor maestro que la experiencia de comprobar las cosas tantas veces hasta saber en qué momento son ciertas, y en que no. Me parece genial que aprendas de muchas fuentes distintas para tener tu propia opinión sobre un tema pero… si vos no llevas lo que vos crees correcto a la vida comprobándolo con un mínimo de 100 veces, sería bueno que te empieces a sentir un boludo por no darte cuenta que tu error fue no comprobarlo, sino creer en una teoría que no llevaste a la práctica para ver qué tan cerca de la verdad esta.

Tu forma de ver las cosas. Tus pensamientos. Tus ideas. Lo que vos crees correcto o no. Lo que pensas que es cierto o no. Todo eso que se te cruza por la cabeza es una teoría.

Ahora… ¿esa teoría la llevas a la práctica? ¿Sí? ¿Cuántas veces comprobaste que tan cierto es eso? ¿Cuántas maneras distintas comprobaste si tu manera de ver el mundo es la correcta o no? ¿Cuántas veces comprobaste vos si la otra persona realmente tiene razón?

Pregúntatelo vos mismo tantas veces hasta que lo internalices al completo.

Deja de democratizar tu vida haciendo creer a los que te rodean que sos un buen tipo mentalmente abierto y que escucha las opiniones de los demás cuando en realidad, no sos una persona flexible para ubicarte en la posición en la que lo ve la otra persona tras toda su experiencia de vida que lo lleva a pensar las cosas a su manera. Vos no haces eso. Crees que si lo haces. Pero no lo estás haciendo porque seguís escuchando esa vocecita que proviene de tu manera de pensar estructurada y lógica. Esa voz que viene del Ego y no de la autoestima

O mejor dicho, viene de tu ego que te dice: “YO tengo razón. El otro está equivocado” con tal de no salir herido y no sentir esa vergüenza de que estabas errado.

¿Te parece contradictorio? Bienvenido a la vida, un mundo en el que tu ego siempre se quiere mantener contento a expensas de que vos no te atrevas a contradecirlo, y tu autoestima que está abandonada en un rincón.

Una anécdota curiosa

El día que yo llegue a ser viejo, espero ser uno de esos viejos llenos de sabiduría. Un monarca de barba larga a la que todos los hombres del mundo le van a consultar por estar a la altura de filósofos como Sócrates, Platón o Wikipedia. Quiero repartir conocimiento de experiencias y anécdotas que contarle a mis nietos.

Entonces, es aquí cuando se presenta una anécdota de no hace mucho tiempo. Un hecho sucedido en Febrero de este año.

Todo empezó en una salida nocturna por las calles de Capital Federal. Una noche estaba esperando el colectivo a eso de las 5 de la mañana para volverme a mi casa, cuando 2 chicas se sitúan al lado mío. En su charla, me uno yo también y hablamos los 3 de boludeces con un trasfondo de mi interés por levantarme a la petisa tetona que estaba allí.

Entre charla y charla, ella se va en Taxi y yo me subo con la otra chica en el colectivo, y seguimos la charla hasta que ella se tiene que bajar en una calle, sin antes pedirle su número de celular gracias a mi comentario optimista y seductor: “Che, me pareces una chica copada, así que sigamos esto en otro momento. Pásame tu cel”.

Un completo galán en mis noches nocturnas.

Al otro día, le mando un mensaje de texto para saber si volvió bien a su casa tras la noche furiosa de lluvia. No me contesta. Pasado una semana me responde y seguimos la charla. Luego la agrego al Msn pero con un cierto detalle: me aparece bloqueada.

Me impresiona esto. Llama mi atención: ¿Por qué estaría esta chica desadmitida en mi lista del Msn, si nunca la había agregado?

Empezamos a charlar, y en un momento me responde: “Che… me parece que te conozco de algún lado ¿Vos no ibas a bailar a Seven?”. Un viejo boliche de cuando era matinée.

Yo respondo que sí, pero curioso e intrigado ¿Cómo es que me conoce? Y seguimos hablando, hasta que me dice: “¿Y vos no tenías pelo más largo, con rulos?”

Entonces es aquí cuando me detengo. ¿Cómo es que me conoce? ¿Quién es? Hasta que empiezo hacer memoria de quien puede ser, y he aquí la cuestión.

Empiezo a tratar de recordar quien es, y todo se remonta a una noche de sábado en la matinée de Seven, con un viejo compañero y amigo, en el que estábamos en la pista de baile hasta que veo una chica a la que, entre charla y charla, empezamos a los besos y me la lleve a un sillón para seguir comiéndomela. En eso me pide mi collar de aquel entonces, y se lo doy. Al otro día me pregunto:” ¿Qué carajo acabo de hacer? Quiero mi collar” Entonces arreglo una salida con ella.

Cuando salgo al parque y la veo bien a la luz del día, observo las dimensiones de su tamaño, su cuerpo, su cara… y mi expresión fue esta:

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Horrorizado. No sabía cómo cumplir el plan de recuperar el collar sin salir herido y llegar a mí casa sano y salvo. Entendí que en ese momento estaba jugado y que ahora tenía que arriesgarme por el bien de mi collar que no llegaba a valer en aquel entonces ni 10 pesos.

Entonces, luego de morir a balazos y volver a mi casa como un soldado después de una batalla en Stalingrado, pongo el Msn, la busco en mi lista de contacto a esta chica. Desadmito su email y la borro del Msn con la completa seguridad de que nunca más la iba a volver a ver.

Evidentemente… me equivoque, y no solo la vuelvo a ver hoy en una 2da salida con ella tras la exitosa salida del Domingo pasado cuando fuimos a jugar al Pool, sino que ahora la mina me calienta. Me pone cachondo. Y no sé por qué.

Y bueno… son cosas que pasan.

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Mi romance con Facebook no funciono

Siempre supe desde un principio que las cosas con el Msn iban a prosperar desde un primer momento que con Facebook, que fue una relación sin objetivos más que entrar a cada rato para ver cuál es la nueva notificación que recibía del Sargento García. Me cansó. Me lleno las pelotas de leche de cabra.

No sé cuánto tiempo lleve usando Facebook, pero como ustedes saben que yo soy un tipo medio rarito, llegue a la situación de tener que cerrar ese medio masivo de red social para tomarme un café con leche, ver el horizonte y sentir mi cabeza un poco más oxigenada: tener una cuenta en Facebook te chupa la sangre a cada rato de ansiedad que te genera con la expectativa de una notificación nueva, o saber qué hace la otra persona con su culo.

Quiero que te imagines este panorama que te voy a pintar.

Imagínate una sociedad llena de personas en la que su comunicación, está basada en palabras escritas a través de un teclado, y que las charlas “cara a cara” pasan a una 2da base. Dicho de otra forma: hablar de frente sería el final del tramo, todo lo demás es un filtro tras otro filtro que tenes que pasar, lleno de barreras para que puedas llegar a conocer a esa persona con todos sus lunares y granos que tiene.

A mí no me cabe ese tipo de comunicación. No conoces realmente a una persona ni tampoco su autenticidad en un mensaje que podes leer a través de una PC. En serio. Ni si quiera un mensaje anónimo expresa la suficiente verdad al compararse con lo que te puede decir una persona frente a frente.

La comunicación va mucho más allá de las palabras que podes intercambiar. Hasta hay un lenguaje del cuerpo en el que muy pocas personas son conscientes y que por sí solo ese instrumento que usa el cerebro, expresa muchas cosas. Y hablo de cosas de las cuales vos no sos consciente.

No te hablo en chino básico, pero si de algo sorprendente. Basta con que pongas “lenguaje corporal” en Google para que te informes de que te hablo.

Después de todo lo anterior mencionado, creo que queda una media clara de por qué no me gusta los medios de comunicación por internet (lo dije tantas veces por medio del blog) pero nunca es suficiente. Por otro lado, me pregunto: ¿Qué tanto te une Facebook con otras personas?

Esa es la cuestión, ¿Qué tanto? Porque muy buenas intenciones a veces han generado un problema nuevo. Como una enfermedad mal curada que soluciona un problema y te perjudica otro órgano al que hay que tratar después.

Los medios de comunicación tienen ese puterio barato. Esos temas de los que vos no te queres enterar como me sucedió a mí que fue una pieza más del rompecabezas que daba por concluido que tenía que cerrarlo y a la mierda. Tenes cosas que no queres leer, y compartir boludeces que en realidad no son nada.

Cuando yo te digo que “no son nada” es porque pasas una foto o un intercambio de palabras que no sub-comunican algo realmente valorable. Vos te pones a leer cada cosa escrita que te hace hervir una vibra de la cabeza. Me puse a putear a cada amigo que tengo en Facebook por discusiones pelotudas que no llegan a nada. Y hasta comentarios que uno intercambia que sabe que al fin y al cabo vos no le estas compartiendo nada tuyo. Hay algo en Facebook que no me empezó a gustar.

Ahh si… una sobredosis de Fight Club hizo que no me gustara “cara de libro”.

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Pero lo que quiero que entiendas de mi punto, es que usar Facebook no te tiene que privar que pidas un número de teléfono celular para concretar una salida con una pendeja que conociste, en vez de pedir “su Facebook”. Dale. Hincha las pelotas hablar con alguien y que te conteste en un intervalo de 5 a 10 minutos por cada respuesta.

Dale. Molesta que tus amigos sepan de tu vida gracias a lo que vos públicas, y no a su interés de ir y preguntarte cuando se pueden juntar. El 2do tema demanda un esfuerzo más por saber qué carajo estás haciendo de tu vida, y conformarse con ver lo que hacen los demás viendo el inicio de noticias que da Facebook, es bien típico de una persona que tiene paja y que se le escapa hasta por las orejas.

La paja mata. En serio te lo digo. No hablo solamente de agarrarte la pija y masturbarte a las revoluciones que va un motor de Chevrolet. Hablo de no hacer absolutamente una mierda de tu vida y que te la pases sentado sin hacer nada, como evitar levantarte para ir y hacer algo.

Reconocemos que todos hacemos esta vida en su mayor y menor medida porque es inevitable. Muy bien, ahora: ¿Dónde está tu esfuerzo por evitarlo? ¿En qué momento vas a pensar y darte cuenta que estás perdiendo tiempo al pedo y que toda esa energía de vagancia que estás dando la estas invirtiendo en excusas, excusas y excusas?

No hablo de vagos que no van a laburar ni tampoco a estudiar. Te hablo a vos que estas escuchando a tu ego que quiere evitar cualquier confrontación directa para excusarse en “Ai, es que no me va a dar bola si le escribo” o dejarle un mensaje en Facebook. Dale. Déjate de pelotudeces, coje el teléfono y llama. Dobla la apuesta.

Estamos perdiendo mucho tiempo valorable invirtiendo en cosas que no nos sirven. En hablar con una persona mensaje por mensaje en un tiempo que varía de tal y tal, cuando todo se puede hablar por teléfono. Nada de perder el tiempo. Nada de distraerte viendo un video gracioso por Youtube mientras que la otra persona te habla de su “gran problema” que tienen en esta vida.

Basta de evitar la frontalidad y querer hacer de tu vida una estrategia “paso por paso” basada en hacer un programa de como tener menos problemas y como evitar decirle que no a una persona en la cara. Acéptala como viene y déjala pasar, pero no retengas problemas o situaciones que queres evitar con hacerte el boludo/a por que llega un punto en que es inevitable. Si la vida es dura y vos sos un blandito que quiere evitar la mirada cruda directa a los ojos por parte de las personas que te quieren dominar, vas a vivir tu vida en la que vos sos un pasajero, y no el conductor. ¿Se entiende?. Si hay algo que no te gusta, la decisión de poder tiene que estar en tus manos, y no en el ambiente que te bombardea de cosas que te hacen creer que necesitas cuando son una forma barata de darte placer para instalarte la necesidad de querer más y más.

Facebook como cualquier otro producto, es así. Como un Blackberry que te mantiene atado para que lo uses y no te canses, una hamburguesa de Mcdonald que no te llena y quiere que pidas otra.

Vos no necesitas nada de eso. Podes vivir mejor sin eso cuando te empieces a conectar con vos mismo y darte cuenta que es mejor concretar una salida y meter tu pija en la concha de una mujer, que CONFORMARTE con tener lindas charlas de mariposas y hadas madrinas que te hacen imaginar un mundo rosado con esa chica que te gusta a través de una charla informática por 2 computadoras.

Deja de conformarte con lo que la vida te da, y salí con los dientes afilados y la baba chorreando para comer lo que vos queres comer, y no lo que te dan.

No pierdas el objetivo. No te distraigas. Y no pierdas de foco lo que realmente vos queres. Anda y reclámalo. La vida está en tus manos.