Nunca te rías de un traba

Un nuevo año comienza y he vuelto de las vacaciones de verano. No fueron descolocadas como otros años, tampoco hubo cabezas rodando por el piso y mucho menos ver borracho quebrando o sumergiéndose en el mar. Tampoco me puse en calzones y me tire al mar a las 6 de la mañana como tradición en cada verano.

Sin embargo, la madurez me acompaña haciéndome ver que las proezas y las locuras pueden darse en otras formas que no todos la saben apreciar.

Por eso, el viernes 11 de Enero zarpo para Santa Clara cuando en el medio del trayecto, se nos queda la camioneta en medio de ruta 2. Me gusta empezar la situación pisando fuerte pero tampoco me gusta ser el protagonista de una película de Jeepers Creepers, y ver cuánto podes aguantar estar varado en el medio de la ruta sumado a los mosquitos, el anochecer y el aburrimiento que invade por no llevarse una gameboy o un tamagotchi.

Pero eso no impidió que alrededor de las 10 de la noche, llegase a destino y este con mis amigos. Al poco tiempo fuimos a buscar a los otros 2 chicos que faltaban que también venían de Buenos Aires y que llegaban a la rotonda de Santa Clara. Sin embargo, los imprevistos no terminaban ahí.

En la cocina, estaba hablando con uno de los que me invito a hospedarme en la casa, cuando el vecino entra a la cocina y nos dice que hay una situación turbia afuera. El topo también entra y dice lo mismo.

Estaba intrigado. Asomo la cabeza por la puerta de entrada a la casa y veo que estaba una de las chicas que conocí el año pasado y la saludo. Veo que esta con una amiga y la saludo también… hasta que miro a un rincón y veo que se trajeron 2 bolsos cada una. No quiero decir que parecía una maniobra de Okupas pero cada vez que me acuerdo que se trajeron los bolsos para quedarse por que se fueron de donde estaban hospedándose, me sigo riendo igual. Parece ser que una de las pibas se peleo con la familia de ahí, agarraron sus cosas y se fueron. Al otro día ofrecían $200 por día para quedarse hasta una fecha y luego se iban para Gesell, sin embargo no duraron ni 3 días que se tuvieron que ir. Nunca supe a donde se fueron después de esa situación pero si pretendes quedarte, el mínimo es un pete.

Después pasaron los días y voy notando que Santa Clara ya no es lo que era. No estaba la abundancia de gente como en otros años y todo se sigue viendo igual pero con menos presencia. No presencie ninguna banda de rock, es decir que a pesar de que vino la Mancha de Rolando y Los Pericos, no salí de la casa para verlos porque no son bandas de rock, sino 2 pollos que se te quemaron en el horno y que no te queda otra que llamar al delivery para que te traiga 2 grandes de Muzarella.

Sin embargo, todo lo anterior mencionado no me privo a conocer personas nuevas y ver viejos conocidos de lo cual me resulta agradable y placentero ver, que hacen valer irse de vacaciones. Pero si vas a buscar minitas, te cagas de hambre porque Santa Clara decayó un poco en ese aspecto. Las había cuando ibas al bar pero te rompe las pelotas ver las mismas caras todos los días.

Y hablando del bar, fue un fin de semana en que estaba lleno y divertido. Estaba medio borracho por lo que recuerdo pero no puedo hacer memoria de que tome.

Tal es así que estoy hablando con mi grupo, cuando veo al lado mío un traba. Me tente. Me reí y peor aún es que cuando me río mucho, tengo un tono de voz más agudo. El traba se da vuelta y me mira. Trate de hacerme el boludo pero me estaba riendo tanto que salí corriendo tal cual maniobra de un correcaminos para que no lo alcance el coyote.

Dejo pasar muy poco tiempo y vuelvo a donde estaban mis amigos, pero ya los veo riéndose cuando me ven y les pregunto qué pasó, y parece que el traba me dijo “culoroto” y que yo era el puto. Menos mal que me fui de esa situación porque los trabas tienen la fama de que saben boxear.

Luego de eso, no pasa nada más extraordinario. Sentí que la economía Argentina me ha trolleado una vez más con el precio de la entrada a Sobremonte y con lo caro que estaba un Jagermeister con Speed, pero fuera de eso se pueden sacar cosas muy positivas como haber conocido personas nuevas que me hicieron pasar buenos momentos.

Me retiro. Y espero que sea la última vez que provoco a un traba.