Nadando contra el rio social

Ha pasado un buen tiempo desde que cerré el Facebook. Un mes y tantos días, y actualmente sigo teniendo esa sensación de que hay un problema.

Cuando cerré el Facebook, se venía una bocanada de aire fresco que me demandaba estar más activo y moviéndome en el entorno para armar una salida. Tener una conversación más cruda y otras cosas lejanas al medio virtual.

Sin embargo, me encontré con un problema: no se le puede ganar a un sistema siendo uno contra toda una sociedad que ya está consolidada con seguir avanzando.

Te acordas que en un post te dije que:

“Imagínate una sociedad llena de personas en la que su comunicación, está basada en palabras escritas a través de un teclado, y que las charlas “cara a cara” pasan a una 2da base. Dicho de otra forma: hablar de frente sería el final del tramo, todo lo demás es un filtro tras otro filtro que tenes que pasar, lleno de barreras para que puedas llegar a conocer a esa persona con todos sus lunares y granos que tiene.”

Bueno, el problema es que justamente a mí eso no me gusta, pero yo no puedo volver a la comunicación del 1880 en una sociedad que es llevada a evolucionar por parte de la tecnología tras cada bombardeo que hace renovar el medio de comunicación. Me adapto a la sociedad, o vivo en soledad situado en la punta de una montaña.

Yo sé que la cague. O tal vez no me mande un moco como realmente supongo, porque la obsesión que tengo (o que tal vez alguno de ustedes tiene) por entrar a cada rato o estar pendiente de algo, no se iba a solucionar con cerrar el Facebook y tener una cuenta online en Twitter. Lo que dejaste de hacer en un medio, lo pasaste hacer en otro. Alguien tenía razón cuando me lo dijo.

Entonces el problema no estaba en una red social (o tal vez en todas) sino en la profundidad en la que veía la cuestión, cuando no vi que toda conexión se realiza mediante una pc o un celular. Si tiraba la computadora a la mierda, era lo mismo que no tener cuenta en Facebook y Twitter. Sería la solución al síntoma.

Pero si yo no tengo internet, tampoco podría subir cosas al blog. Al final no hay mal que por bien no venga. Si quiero aumentar la tasa de lectores del blog, tendría que tener una cuenta en Facebook. Así que sí. La cague cuando cerré el Facebook.

DSCN2944 Cosas que pasan

Peeeeeeeeero. Cerrar el Facebook me hizo aprender algo muy importante que vos no sabías. Como siempre: me mando una cagada y a cambio obtengo un aprendizaje como novedad que vos no sabías.

Cerrar el Facebook y alejarse de las redes sociales o todo aquello que te comunica en otro nivel de comunicación (escrito), lo sitúa independiente del resto. Tal es así que solamente sos vos, y vos. Nadie más.

El problema es que estar aislado de los demás es contraproducente hacia lo que uno es como persona: un ser social. Sabiendo que sos una persona que está en comunicación con otras, alejarte de la comunicación vía internet es un problema cuando el resto de la población sigue avanzando y posicionando ese tipo de comunicación como estándar cuando tienen que arreglar una salida, o saber que es de la vida de la otra persona. Cerrar la cuenta en Facebook me la complico más por no tener en cuenta a ustedes, hijos de puta, que dejaron de usar el Msn y que algunos tienen el celular apagado, no lo atienden o no contestan los mensajes de texto por no tener crédito. Ya me parecía raro que ya no tenga la misma cantidad de gente conectada al msn como hace 4 años atrás, y que muchos le estén dando mucha más importancia al Whatsapp.

A eso, hay que sumarle que tener 20 años no es lo mismo a tener 50 y entre tus pares seguir manejando los mismos códigos de hace mucho tiempo atrás. Mis amigos, colegas y todo ser humano que sigue viviendo en el 2012 y no con una mentalidad de los años 90, ya tienen una cuenta en Facebook y ya sabe por hábito de que hay que seguir avanzando en la comunicación, inclusive tornarlo como una herramienta más. Yo estoy en una etapa en la que se sitúa a la tecnología como la comunicación, y yo no puedo luchar contra un medio de comunicación guiándome por uno que ya es considerado obsoleto. Lo mejor es aceptarlo como una herramienta más en mis abanicos de cómo comunicarme con alguien.

Y es que es una herramienta. No usarlo sería poco inteligente sabiendo que el mundo actual se maneja con grupos sociales, entornos de personas que están presentes en un círculo visto por internet. No tener una identificación en ese mundo, en esa red, es no “existir” para los otros que ya están asentados así.

Así que mi querido lector, el 2012 es una auténtica mierda. Los Iphones están muy caros para comprar el modelo que quiero yo, la ley CISPA atenta contra la libertad de Internet, y yo soy uno más a los que les hubiera gustado vivir los años 60 del Rock.