El día que la manguera se salió

Cuando termine el secundario, muchas cosas dan un pequeño cambio en la vida de uno, entre ellas fueron mis fines de semanas.

Por alguna razón, hubo un fin de semana en que me levante temprano, pero no puedo recordar si había tenido una noche agitada, pero lo que si recuerdo es haberme levantado en un horario medianamente temprano.

Es por eso que despierto, me quedo mirando el techo mientras que tengo un cruce de imágenes de distinto tipo y estando al control de mi cuerpo que precisamente no estaba en control.

Estaba en un piloto automático, en un estado donde mi consciente e inconsciente estaban perdidos y yo estaba despierto pero haciendo cosas de las cuales las hacía como una maquina. Un ejemplo perfecto es cuando abres la heladera varias veces para ver si hay comida, la cierras pero luego la vuelves abrir y repetís el mismo proceso. Una y otra vez.

Mi día mañanero fue así, estaba con mis calzones Kevingston, mi chorizo se levantó como con todas las energías, lo que hace que se me escape por que uno de las características que tienen los calzones de Kevingston, es que son aireados.

Es decir, que cuando vas hacer la pichona, no necesariamente tienes que bajar el calzón para sacar el pito, ya que tiene su propia “puertita”.

Su “ventanita” donde el “pajarito” entra y sale.

Por alguna razón fui al baño, y mi “trompa de elefante” estaba apuntando al inodoro, pero no pille, por lo que me fui al otro baño que esta en otro lado de la casa, por lo que tuve que bajar las escaleras e irme al otro baño.

El problema no fue llegar al otro baño, es decir que hay casos donde hay personas que no llegan al baño por que se terminan cagando o pillándose encima.

Ese no fue mi caso, por que lo que yo hice fue ir al baño y llegar a tiempo, pero el problema fue que cuando empiezo a bajar las escaleras, mi vieja me dice: “Buenos días Emiliano” y yo estaba con mi escopeta desenfundada.

Entonces la saludo a mi vieja, y sigo yendo al baño……………………………………………………………….

Me miro al espejo y estuve 30 segundos viendo me la cara, tratando de entender por que carajo me fui desnudo.

Espero que la próxima vez llegue al jardín desnudo, por que sentí una libertad y rebeldía que ya estaba pensando en cagarle el comedero a mi perra.

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