El mundo se ha vuelto lesbiano

Hubo alguna vez en que leí una revista que las personas se iban a volver cada vez más homosexuales. Vaya uno a saber los motivos: buscar nuevas experiencias sexuales, mayor libertad con menos carga moral, más tolerancia por parte de otros, lo que fuere.

El otro día hubo una reflexión que leí en twitter. Decía algo así como por cada pareja de hombres unidos, había 2 mujeres solteras. Aleluya al que tuvo semejante deducción, porque eso nos da una amplia gama para elegir.

Pero fue hoy cuando tuve un click en la cabeza. Dios otra vez quiere decirme algo desde el cielo y yo no le estoy dando pelota.

En la clase de semiología, uno de los alumnos le hace una pregunta al profesor. Este alumno es “costa riqueño”. No esperen….bueno, se entiende que es de Costa Rica.

El chabón le hace la pregunta al profesor, y yo ya lo miraba medio raro. Ya sea su forma de vestir que mezcla entre el jovencito promedio que lo torturaban desde los 7 hasta los 18 años en el colegio, relacionado con sus zapatos de la época del televisor en blanco y negro. De eso que los cachetes parecían 2 chorizos insertados quirúrgicamente, y que tenía diversas actitudes de nerd.

Y hago un freno en ese instante por quiero remarcar algo: yo me pongo a observar quienes me rodean, porque me la paso observando que mujeres están para tirarle los perros.

Continuo.

Entonces es cuando hay algo que llama mi atención: una banderita de arcoíris de 90x90 megapixeles que tenía en su chomba. Un añadido que se lo habrá “metido” con un alfiler.

Me detengo y me digo a mi mismo: “Pero míralo tu, ahora los homosexuales tienen nuevas formas de reconocerse”

Se lo comento a mi compañera de curso, y me comenta: “Era obvio, fíjate que el de rulos también debe ser”.

¿Qué?. ¿Cómo?. ¿El hincha pelotas de atrás también?. Tenía sentido, pero era algo que mucho no me convencía.

Salgo de la facultad y me dirijo en la parada del bondi. Decir “parada” en este contexto es raro.

Espero el bondi que me lleva hasta mi casa, y mi vista se detiene en 2 chicas que estaban en la calle de enfrente. Veía movimientos raros por parte de las morochas rellenitas. “¿Qué pasa acá?”, me dije.

Beso va, beso viene. Tocada en el cachete izquierdo del orto. “Opa lala, ¿el mundo se volvió gay?”. Desde que voy a Bonkers y veo un rato que otro a parejas homosexuales besándose, además de drogadictos y frikis, se me ha vuelto constante ver parejas del mismo género. Y ahora estoy recordando que uno de mis amigos me decía que la amiga que tenemos en común, es bisexual. No sé qué carajo hago escribiendo y no planeando un trío de 2 mujeres y yo en el medio. Carajo.

Si, debería estar arreglando eso para este finde.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que mal futuro tenemos las mujeres...
no es de forra, pero a veces creo que en alguos caso, hay homosexualidad por problemas psicológicos.