Me compre una porno

Volví del cumpleaños de un amigo por allá del Palomar, y cuando estaba en una de las avenidas de mi barrio, me puse a ver un kiosco de revista y vi. a una de las modelos mas hermosas para posar en revistas porno. Compre la revista y de paso me compre un poster de Motorhead. Alabado seas Lemmy y tu As de espadas.

Cuando la compre, ya mi cabeza estaba maquinando y haciendo la mitad del post mental que tenía para hacer y escribir por acá, el tema es que venia pensando en algo demasiado extenso pero me veo que para el otro fin de semana termino haciendo ese post, ahora me quedo con mi porno de revista.

Llego a mi casa, la hojeo un rato y me voy a dormir.

Me despierto, me pongo a verla y ya me empezaron a disgustar un par de cosas.

Ahora… ¿Por qué me disgustaría una revista porno sabiendo que las mujeres son lo mas hermoso que hay, después de un Fernet con Coca Cola un sábado por la noche mientras que miras la trilogía completa de Volver al Futuro?. Sentí que no estaba leyendo nada, sino viendo la imagen 7 mujeres distintas, hermosas con un cuerpo divino, posando.

Yo eso lo veo por Internet, no te toma mas de 3 minutos encontrar porno en Google, el problema es que me esperaba mínimamente una nota de las que hacen auge las revistas Playboy, Maxim u H pero la versión común.

Esta era puro porno, tan porno que me termino aburriendo por que se convirtió en un suceso de imágenes de uno tras otro:

Entonces me empecé a dar cuenta de un par de detalles a la hora del tema erótico: la falta de deseo.

Es decir, si ves porno, mínimamente tenes que tener una fantasía que te encienda y estimule. Para mi es lo mismo que nada ver las fotos de una mujer posando desnuda por que es nada mas que ver carne posando .Si no hay deseo, entonces es lo mismo que nada. El deseo lo es todo. Sin el deseo que arde y te quema, es comer carne cuando no tenes hambre.

Inclusive digo que, por mas que seas el tipo mas caliente del mundo, te vas a enfriar y apagarte si cada vez que ibas dando vuelta la hoja, te podías encontrar una publicidad como esta.

Es una trampa de la revista, o más bien humor, un juego sucio. La idea es que estes tan excitado que te encuentres esa imagen de Jorge Rial mirandote fijamente a los ojos, y te diga: “Yo se que vos te estas tocando mientras que pensas en minas que no son tu novia, y eso… no me agrada”.

Luego me di cuenta de otros detalles mas y es que lo deben tener toda la industria pornográfica/erótica del mercado, y es que indirecta o directamente, todo te muestra a que seas un masculino de tu genero, y que te mantengas firme sin titubear. Para la mina lo mismo, ya que te basta nada mas comprar una porno paras saber cuales son las palabras indicadas para poner caliente a cualquier hombre.

Luego empezaba a ver y ver cada hoja y me encontré esa minima parte de lo que hace auge el libro Sex God Method, y es que si leyeras el capitulo “DEVI” del libro, entendes gran parte de la sexualidad y por que muchas cosas son de la manera en que a uno se la dan. Leyendo las frases que había en cada foto, comprendes que no existe una lógica de explicar en todo un documento como calentar a una persona.

Lo que quiero decir, es que como lógica la tiene que haber, existe un “por que” a cada cosa, pero explicarlo y no dejandote fluir no funciona. Si te pones en frio para explicar algo como si estuvieras explicando algo científico, pierde la magia. Tenes que emocionar y hacer sentir.

Liberar toda esa energía, ese deseo, entonces no tendría sentido. Hay que fluir y dejarse llevar. Ir directo hacia lo que queres y dejar de lado lo que no te interesa para hablar. Emocionarse y acelerar cada vez más.

Hay que ser un poco sucio y desprolijo para hablar, pero hay que saber el cuando, el donde y el como.

No seas un negro pelotudo que piropea en la calle como un vulgar. Te dije que seas un poco sucio y desprolijo para hablar, pero no te dije que seas un salame.

Lo mismo con ser honesto. Que seas honesto no quiere decir que seas un estupido que habla de mas.

Sentido común por favor.

Y respeto a la mujer, que veo que esta de moda subestimarlas y son ellas las que nos hacen hombres a nosotros